Quizás, ahora no te comprendan. Quizás, tu sabiduría actual sea tal que tu mensaje no llegue al entendimiento del otro o su conciencia todavía no sea la adecuada para la conexión, pero calma. Quizás, llegado el momento, a esa persona le pase una experiencia o reto el cuál consiga resolver gracias a unas palabras que no entendía y justo ahí, cobrarán sentido.
Yo, a veces, regalo llaves sin darme cuenta. Ahora me pasa menos, pero hace años, me encontraba con personas con muchas resistencias. Sin embargo, vi la importancia de ciertas charlas cuando tiempo más tarde, esas mismas me decían: «Sabes que me ha pasado tal cosa y he hecho lo mismo que dijiste…» Al principio, no entendía, luego vi, que una idea, una palabra, una semilla o una pieza en un momento concreto, ayudaba a algunos a seguir su viaje más adelante. Eran semillas y llaves de efecto tardío.
También, me ha pasado al revés. Mi familia me ha transmitido miles de cosas que años atrás quizás no entendía y ahora vi que muchas las comprendo porque eran llaves que me hacían falta para seguir adelante.
La vida nos prepara para algo tremendamente valioso y nuestra alma lo agradece mostrándonos cómo cada semilla que plantamos o plantan sobre nuestras mentes es vital, para florecer y que todo, es importante.
No hay mayor descubrimiento que llegar al final de nuestra vida viendo qué flor sale de todas las buenas decisiones que hemos tomado. Y poder sorprenderte a cualquier edad, es un regalo.
«Polinizadas de ideas increíbles, puede llegar a salir una flor de la vida muy curiosa. Solo tú decidirás si deseas que sea maravillosa u ordinaria.»